jueves, 10 de mayo de 2018

GR11 Del Mediterráneo al Cantábrico. Etapa 3: de Espolla a La Jonquera



Nos levantamos descansados y contentos, nos han tratado estupendamente en este pequeño pueblo que parece estar en medio de ninguna parte pero que en realidad está al paso de todas partes, así que sus habitantes están aprovechando muy acertadamente el tirón para establecer unos cuantos establecimientos de Turismo Rural.


El propietario de nuestro alojamiento nos indica el comienzo del camino de hoy que parte justo detrás de la iglesia.  Aunque esta localidad no estaba incluida en el trazado de la GR11, sus habitantes han conseguido la aprobación para marcar tanto la entrada como la salida con las señales roji-blancas para poder acoger a los senderistas que no van a encontrar alojamiento en ningún otro lugar cercano.  Así que sólo tenemos que seguir las marcas y señales que nos llevan fácilmente a Els Vilars, donde nos reincorporamos a la senda original.

Dejamos atrás Els Vilars

Nos incorporamos a una pista que asciende “sin perdón” dejando a la izquierda los característicos Castells de Espolla que no son más que un par de colinas con forma pronunciadamente piramidal.  A partir del quinto kilómetro caminado, comenzamos uno de los dos ascensos importantes de hoy que nos aúpa a un colladito entre el Puy de la Roureda y el Puy del Mig.

Aquí abandonamos muy gustosamente la pista y nos incorporamos a una senda que realiza un flanqueo por nuestra derecha para acercanos a las inmediaciones del Col de la Dona Muerta y comenzar un agradabilísimo descenso por un impresionante bosque mixto en el que predomina el Alcornoque que hace nuestras delicias.  Tras cruzar sin dificultad un par de barrancos, para nuestra desgracia, nos volvemos a incorporar a una pista que nos lleva directamente al Col del Castel, donde paramos un rato a avituallar disfrutando las vistas del Castillo de Requesens que en verano (y sólo en verano) ofrece alojamiento y restaurante.

Primera vista al castillo de Requesens que parece chiquitín allí abajo.  Al fondo el Canigó



Continuamos recto por la misma pista de la que venimos y trazamos varias curvas para sortear varios barrancos.  Vamos rodeando el castillo que queda a nuestra izquierda y podemos disfrutar más de su majestuosidad.


Continuamos por la misma pista siempre siguiendo las inequívocas marcas, atravesando las faldas de la Serra de les Canals.  Iniciamos el segundo y último ascenso de hoy, hasta el Col de l’Auleda donde giramos a la izquierda y nos incorporamos muy contentos a una senda que recorre el lomo de la montaña desde el que echamos un último vistazo al mar que ya queda lejos e iniciamos el descenso atravesando bosques de matojo bajo por una senda poco limpia y muy inclinada. 

Divisamos La Jonquera que se encuentra siete kilómetros más abajo tras un acentuado descenso por un terreno más bien incómodo que atraviesa vestigios de algún indendio.  Llegamos a las inmediaciones de la Ermita de Santa Llúcia a la que ni nos acercamos de lo hartos que estamos, esta bajada resulta realmente agotadora.  Para colmo, aquí no nos queda más remedio que incorporarnos a otra pista que nos deposita por fin en la población a la que entramos por lo alto de su Casco Viejo y giramos a la derecha en la calle Mayor, aquí dejamos las marcas de GR11 y nos ponemos en marcha, bajo tremenda tormenta, en busca de nuestro hotel que se encuentra dos infernales kilómetros más allá hacia Francia.




Larguísima etapa nada carente de belleza, vale la pena el esfuerzo. Ninguna dificultad reseñable excepto la tremenda distancia cubierta sólo soportable por cuerpos acostumbrados a “zufrí” (que parece que es lo que más vamos a hacer estos días).


AQUÍ el track

Fecha real: 04/04/2018

Desnivel: 1.000m

Distancia: 28km

Tiempo invertido: 8h40m


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