jueves, 25 de febrero de 2016

Pico Canal Roya (2.345m) (Sí, otra vez)


Que si me voy de concierto, que si estoy resfriada, que si hace mal tiempo, total que se me va a ir febrero sin haber probado las bondades de las altas pero copiosas nevadas caídas.  ¡No puede ser! Así que por fin, aunque sin madrugar, mi inseparable Bonito del Norte y Servidora nos ponemos en marcha dirección Formigal, con el Pico Espelunciecha en mente.  Hace un día inmejorable tras una buena nevada, por eso no madrugamos, pensando que los esquiadores ya habrían llegado antes que nosotros, pero no, hoy baten récords de asistencia y nos encontramos la tradicional retención ya en Biescas desde donde nos cuesta una hora llegar al primer parking de la estación donde un cartel nos indica que el parking Anayet, donde deberíamos aparcar, está completo.  Pues nada, plan B, continuamos hasta la frontera y aparcamos como podemos en un canto de la carretera.  Entre pitos y flautas es casi mediodía cuando empezamos a andar.

El Midi, dueño y señor de todas las vistas

Estamos en las inmediaciones del Hotel que hay justo al pasar la frontera.  Raquetas en mano, caminamos por la carretera hasta encontrar una buena entrada a la nieve donde nos calzamos las raquetas para descender la ladera en busca de un puente tras el que giraremos a nuestra izquierda en dirección al “Centre Pastoral” desde donde iremos coincidiendo con las hordas de personas pertrechadas con elementos deslizantes varios.  Caminamos ligeros siguiendo la “Autopista de Canalroya” que no abandonaremos mientras superamos las suaves cuestas de este bello circo de Anéou en busca del Pla de la Gradillere tras el cual remontaremos la ladera hasta el Col de Houer y al girar a la izquierda la pala de nieve más dura que nos abre paso a la cima.


Dejamos atrás el Penne de la Glere y los númerosos grupos de esquiadores que ya vuelven

Últimos metros de la "Autopista" antes de empezar a remontar la última pala

La desafiante cara norte del Anayet


Es una ruta fácil y corta, ideal para iniciarse en la nieve.  Ya no sé cuántas veces he pisado esta cumbre, pero la verdad es que nunca decepciona y encima hoy nos encontramos a dos conocidos… primero el sin par David ¡menudo alegrón me llevé! Y Alberto, un zagal de Huesca que no sabía yo practicara el esquí de montaña.  Ala, tragos de vino, capazo largo y ya tenemos la autopista despejada.  David y Alberto fluyen cada uno por su lado y nosotros somos los últimos en descender agradeciendo la soledad y el silencio que tanto han escaseado esta mañana.  Siempre me ha gustado esta hora en la montaña, cuando la tarde envejece y todo queda como tostado, la nieve “naranjea” y los sonidos bajan de tono.  Así, con esta sensación, regresamos al coche y al temido atasco que se queda en nada cuando superamos las salidas de los parkings de la estación.  ¡Hurra! Llegamos a Huesca a tiempo de darnos una vuelta por ahí, que para eso es sábado.

Desde el atasco contemplamos cómo la luna va ganando terreno.  Siempre hay un lado bueno.



AQUI el track

Fecha real: 20/02/2016

Desnivel acumulado: 823m

Distancia recorrida: 10km

Tiempo invertido: 5h



jueves, 11 de febrero de 2016

Punta del Puerto de Brazatos (2.717m.)


Hace un par de semanas, con una previsión meteorológica halagüeña donde las haya, arrancamos Bonito del Norte, Cuñado y Servidora hacia el Balneario de Panticosa con la mirada puesta en el Baciás que finalmente no ascendimos pero Cuñado se “acercó” a este bello y poco visitado pico.

Atravesamos el balneario y nos desviamos a la derecha por las escaleras hoy convertidas en resbaladizas rampas por la nieve acumulada y congelada.  Tenemos que seguir la GR11 que zigzaguea suavemente atravesando el bosque de pino.  El terreno, aunque poco, está nevado y nos despistamos siguiendo las huellas que llegan a una caseta que rodeamos mientras pienso que esto no me suena hasta que insto a Cuñado que va en cabeza, a darnos la vuelta para encontrar nuevamente la GR que no abandonamos mientras se va abriendo el bosque y el paisaje.  Hacemos una corta parada para ponernos los crampones que la cosa resbala hace rato y de paso cojo algo de resuello y contemplo el paisaje que estos dos me llevan como “meretriz por rastrojo”.



Conforme abandonamos el bosque hace aparición el sol que nos baña directo sin piedad haciéndonos sudar y perder fuerzas mientras remontamos la empinada pala que nos deposita en la vaguada que alberga el tubo de agua que viene del Ibón de Brazatos.  Aquí nos desviamos a nuestra izquierda para afrontar una transitadísima pala que nos dará acceso a los Ibones Altos de Brazato escondidos por la nieve.

Me encuentro cansada y muy acalorada.  El vertiginoso ritmo del Cuñado me pone nerviosa y en lugar de parar para alimentarme e hidratarme correctamente he continuado hasta aquí sin avituallarme y lo estoy pagando.  Toca renunciar y descansar, que aún habrá que bajar después.  Acordamos quedarnos Bonito y yo en las inmediaciones de los ibones y el Cuñado continúa un rato pero no tardará más de una hora en volver para afrontar la bajada con tiempo sobrado.


Vemos a Cuñado alejarse mientras nos tomamos nuestro tiempo en almorzar mientras charramos con un esquiador que va también justito de fuerzas y ha decidido parar a esperar a otro compañero que le sucede.  Una vez recompuesta, arrancamos otra vez para acercarnos a uno de los ibones desde el que escuchamos el estruendo de un alud que debió caer por la zona pero que no debió ser grande ni peligroso. 


Nos damos la vuelta y regresamos al llano donde hemos quedado con Cuñado que llega para contarnos que ha ascendido al pico que vemos desde aquí situado justo encima del Ibón del que venimos para lo cual ha atravesado el llano del ibón siguiendo las huellas de los esquiadores hasta el Puerto Viejo de Brazato donde hace presencia nuevamente la GR11 que sólo atravesará para enseguida desviarse a la derecha por una pala muy vertical que le encaramará en la arista para continuar hasta la Punta del Puerto de Brazatos y regresar hasta nosotros por el mismo camino.



Una vez reunidos, emprendemos el descenso bajo un sol que se potencia con la blancura de la nieve lo cual nos hace sudar como unos que sudan mucho.  De todas formas, el buen estado de la nieve nos vuelve veloces hasta volver a entrar al bosque donde la sombra refresca el ambiente y mantiene la dureza del manto sobre la senda que ya no abandonamos hasta las escaleras que evitamos colándonos por una valla en los jardines nevados que nos dejan descender hasta la plaza del balneario y al coche.


AQUÍ el track realizado por Cuñado con el móvil

Fecha real: 24/01/2016

Desnivel acumulado hasta el pico: 1.450m

Distancia recorrida: 11km

Tiempo invertido: 7h 40m