viernes, 23 de octubre de 2015

Otoño en el "Chemin de la Mature"


Hoy estoy de Rodríguez otra vez y como no me apetece irme solita por ahí, me pego como una lapa a Hermana que tiene planeado dar algún paseo con Cuñado y Cría.  Les propongo el “Chemin de la Mature” y hay cuórum como si hubiera propuesto un vermú casero con olivas, oiga.


Se nos hace largo el camino hasta el pueblo de Urdos pero pasado este vemos el Fort du Portalet a nuestra derecha para enseguida tomar el desvío también a diestra, por el Pont de Cebers siguiendo ya las indicaciones del “Chemin de la Mature”.  Erróneamente, aparcamos en el primer parking que encontramos a nuestra izquierda.

Empezamos a caminar por carretera dirección sur hasta que llegamos al parking donde deberíamos haber dejado el coche y donde encontramos los carteles de entrada al camino.  Pronto se abre el abismo y empezamos a recorrer el famoso camino robado a la pared caliza que sirvió para extraer madera para la armada francesa del siglo XVIII.

Más o menos una hora nos costará recorrer este camino que, aunque sencillo, puede dar sensación de vértigo a quien se asome al desfiladero del río Sescoué que transcurre tan tranquilo allá abajo.



Al coger altura, el camino gira a la izquierda por un claro que abre una última rampa hasta la Cabagne Perry para empezar a llanear al adentrarnos por un bosque primero mixto y luego de hayas que hace nuestras delicias.


Ahora sólo queda seguir los carteles direccionales hacia el Coll de Arras.  Nosotros aprovechamos la ocasión para visitar el Pont des Trungas donde unas muchachas se afanan en la búsqueda de setas, creemos que sin éxito.  Más adelante nos volveremos a desviar un poquito para visitar otro puente por el que continúa la GR10 que aquí abandonaremos para continuar nuestro camino al collado. 


Un par de rampas y el resto es coser, cantar y admirar el esplendor del otoño.  Caminamos tranquilos disfrutando del paisaje y los colores hasta llegar al collado donde se abre la ladera y nos deja admirar los montes que nos rodean.


Ya solo queda bajar hasta dar con la carretera y girar a nuestra izquierda para seguir el asfalto hasta el coche mientras suspiramos de contentos por la buena elección para un día como hoy.


No os pongo el track que hay un montón en wikiloc y el mío quedó un poco raro.

Fecha real: 17/10/2015

Desnivel: 700 m.

Distancia recorrida: 11 km.

Tiempo invertido: 4 horas largas "a la marcheta"


viernes, 16 de octubre de 2015

Pico de Astun (2.282m) en circular por los Ibones de Truchas y Escalar



Puente de la Hispanidad o de la Virgen del Pilar, al gusto.  Dan buen día para el sábado y malo para el resto.  Después de proponer varias cosas, no hay cuórum y todo el mundo está ocupado para estos días así que me quedo sola, que Bonito también está liado.  Pos nada, me voy sola… voy a irme al pico de Astún pasando por los Ibones de Truchas y escalar, una circular que tengo en mente hace bastante tiempo.  Finalmente, Silvia y Juan Carlos se unen a mi ocurrencia junto a su precioso bebé Isuel.  Nos reunimos en Astún e iniciamos la excursión.

Comenzamos a caminar por la pista de más a nuestra derecha dejando el Barranco de Astún a nuestra izquierda.  De repente el barranco desaparece y la pista se difumina dirigiéndose a las instalaciones de las pistas de esquí.  Nosotros continuamos recto por una ladera herbosa que superamos para situarnos sobre otra pista que seguiremos hacia nuestra izquierda llaneando hasta que nos damos cuenta de que nos vamos a pasar el Ibón.  Accedemos a él superando la ladera que baja del final del telesilla de Truchas. 


Como la gente ha ido primero al Ibón de Escalar, aquí estamos los cuatro solitos disfrutando de este malogrado rincón donde aprovechamos para avituallarnos y ponernos de acuerdo.  Los papis no quieren subir con el bebé a la cresta que yo sí quiero recorrer, así que aquí nos separamos por un rato mientras ellos van por la senda que deja el ibón a la izquierda y se dirige recto hacia el Collado de Astún, yo me aúpo un poco más a la izquierda por un hombro que me dejará en un semi-collado desde el que ya comienzo el “cresteo” dirección oeste disfrutando las excelentes vistas a un lado y otro de la frontera con el Midi tan majestuoso como siempre a mi derecha  y la gorda “C” del Ibón de Truchas saludando desde abajo a mi izquierda.


Más pronto que tarde, por un terreno amable y sencillo con algo de patio a mi izquierda pero laderas a mi derecha, alcanzo una primera cota desde la que puedo divisar el corto trecho que me queda hasta el Pico Astún mientras contemplo al fondo el Pico de los Monjes que hoy parece querer retarme.


Al poco alcanzo el Pico donde me hago la tradicional auto-foto de cima y retrato las vistas que no tienen desperdicio en un día claro como hacía mucho no disfrutaba… una pena no que hiciera el mismo tiempo la semana pasada…




Al continuar la marcha, la cosa se complica un poquito y para alcanzar las últimas cotas voy teniendo que superar algún pasito de trepada o destrepada nada comprometidos hasta que alcanzo una última cota que más bien es una loma desde la que vuelvo a disfrutar de las vistas y comienzo el descenso siguiendo la misma dirección que me llevará al Collado de los Monjes y de allí al Ibón de Escalar donde me vuelvo a reunir con la recién ampliada familia para comer.


Desde aquí solo nos quedará seguir la transitada senda de regreso al parking de la estación para despedirnos y volver a casa bien contentos con esta actividad corta y sencilla pero sobradamente bonita.






AQUÍ el track

Fecha real: 10/10/2015

Desnivel: 654 m.

Distancia recorrida: 9,5 km.

Tiempo invertido: casi 5 horas a paso tranquilo y con varias paradas





viernes, 9 de octubre de 2015

Ibón de Llardana o primer intento a los Picos de La Forqueta



Queremos hacer algún tresmil antes de que acabe la temporada seca y todo se cubra de esas primeras nieves engorrosas y resbalosas.  JM y Pol proponen los Picos de la Forqueta saliendo desde el Refugio de Ángel Orús donde pasaremos la noche antes.  Bonito y yo nos apuntamos sin dudar.  Finalmente somos cinco los componentes de la gesta: los anteriormente nombrados acompañados por Chaime, el retoño de Pol.


Poco antes de abandonar la población de Eriste y justo donde un cartel lo indica, parte a nuestra izquierda una pista que en sus primeros kilómetros está asfaltada.  En los carteles del refugio avisan que se recomienda el uso de vehículo 4x4 para llegar hasta el parking.  Nosotros llegamos bien con vehículos “normales”.  Aparcamos, nos pertrechamos y empezamos a caminar dejando a nuestra izquierda la cascada de Espigantosa y cruzando el barranco de La Aigüeta de Eriste mediante un puente.


Nuestro objetivo de momento es el Refugio de Ángel Orús y la cosa en tan fácil como seguir el camino sin desviarnos y cosa de hora y media, mientras la luz va escaseando, nos plantamos en este singular edificio donde nos alimentan y alquilan una habitación con baño a compartir con otros veintitantos montañeros y montañeras (más de ellos que de ellas, como es habitual, digamos un 70/30).

Tras la típica noche de refugio: ronquido aquí, ronquido allá, viajes al baño y hedores varios, nos desperezamos y desayunamos para comenzar a caminar al punto del amanecer, como los montañeros de verdad.


Iluminados por los frontales, caminamos sobre la GR11.2,  variante de la transpirenaica que cubre la ruta entre los refugios de Estós-Ángel Orús-Viadós.  De momento, ganamos altura superando resaltes por un caos granítico en dirección norte como si quisiéramos ir al Posets.  El terreno cambia al cruzar el Torrente Llardana por un malogrado puente para convertirse en una amable ladera que iremos superando hasta tener la Canal Fonda a la vista.


Dejamos a las hordas de roncadores y especialmente a una rubia roncadora “Lady Barrantes”, desviarse hacia el gigante de esta zona por la derecha mientras nosotros continuamos sobre la GR.  Transitamos dejando el Torrente a nuestra izquerda mientras un viento helador nos da señales de lo que nos espera cuando la vista se abra hacia nuestro destino.

Al divisar el Ibón de la Llardana entiendo que hoy no vamos a triunfar.  Las nubes ya se han espesado, el viento arrecia y los Picos de la Forqueta desaparecen y aparecen bajo una espesísima niebla.  En seguida llegamos a la orilla del ibón donde sacamos a pasear el sentido común y decidimos renunciar a los ansiados tresmiles.  Ellos siempre estarán allí y nosotros siempre podremos volver…



Algo desanimados comenzamos el descenso por el mismo camino mirando atrás más veces de lo aconsejable pensando que a lo mejor habría despejado.  En esas llegamos al refugio para rehacer las mochilas y almorzar, momento en el cual la temperatura desciende aún más y empiezan a saltarnos las alarmas de las aplicaciones predictoras de lluvia de nuestros smartphones.  En cuanto retomamos la marcha, arranca la lluvia que nos acompañará hasta el coche.  En campo, ya contentos de la buena decisión tomada, nos echamos las cañas y refrescos de rigor y nos despedimos con la clara intención de repetir en cuanto se pueda.



Fecha real: 04/10/2015

Desnivel: 608m 

Distancia recorrida: 6.75km

Tiempo invertido: 5 horas

(Datos sólo del ataque al Ibón, sin contar la subida al refugio)