jueves, 23 de octubre de 2014

Pico Pacino (1.965m.) Circular desde Sallent de Gállego


Como mañana quiero correr la carrera “Huesca contra el cáncer”, hoy sábado quedo con la pareja empanadilla para hacer algo ligero que no nos canse mucho.  Elegimos el Pacino pues la pareja no ha subido y yo hace tiempo que no lo visito.  Allá vamos.


Dejamos el coche en unos edificios que hay a la derecha de la carretera hacia Formigal nada más pasar el desvío de Sallent de Gállego.  Empezamos a andar por la carretera, dirección norte hasta dar con una tubería verde a nuestra izquierda.  Siguiendo la línea de la tubería, por una pista de ganado, empezamos a ganar altura hasta que nos cruzamos con otra pista  (Camino de la Selva) que pronto abandonaremos por nuestra izquierda para entrar en la archifamosa Selva de Sallent.



Vamos atravesando el bosque siguiendo el camino en cómoda y ligera pendiente.  El otoño ya se hace notar salpicando el bosque de setas y colores tostados.


Poco dura lo bueno y al rato termina el bosque para dar paso a las herbosas laderas del Pacino por donde transitamos ahora con algo más de pendiente contemplando ya las vistas de los grandes de Panticosa.


En un soplido nos plantamos en el Cuello del Pacino para contemplar el Embalse de Escarra y Peña Telera a nuestra derecha.  Desde aquí enfilamos ya la última ladera empinadísima hacia la cima donde paramos a almorzar y descansar con tan encantadoras vistas y tan espléndido día.




Encantados y satisfechos, iniciamos el regreso bajando primero al Cuello Pacino para girar a nuestra izquierda siguiendo la senda y el cartel indicador hacia Sallent de Gállego y Escarrilla.  Caminamos ahora por un marcado paisaje sur, contemplando una cara para mí desconocida del Pacino, más seca y suave.


La pendiente se suaviza mientras continuamos la redolada en sentido antihorario.  Entramos otra vez en bosque, esta vez mixto típico de rivera con sus colores más vivos.  La senda se estrecha y el bosque se cierra mientras vamos alejándonos del río Escarra abajo a nuestra derecha.


Salimos del bosque para contemplar la cara más agreste del pico mientras continuamos ladera abajo siguiendo las marcas blancas y amarillas de la PRHU-91 hasta llegar otra vez al coche.





AQUÍ el track

Fecha real: 18/10/2014

Cartografía: Editorial Pirineo nº 3, Valle de 
Tena.  Topo Pirineos 6.0

Desnivel: 744m.

Distancia: 10kms.

Tiempo invertido: 5 horas parando una a almozar-comer



viernes, 10 de octubre de 2014

Pico Aspe o Pico de la Garganta de Aisa (2.640m.)

Que si un tresmil, que si el Garmonegro, que si el Bachimala, que si el sábado, que si el domingo… al final consigo quedar con Tato para hacer algo el domingo y va Bonito del Norte y aunque tiene trabajo el sábado noche, se nos apunta así que ni tresmil ni ná, buscamos algo más cortito.  Se me ocurre el Aspe, que subí hace muchos años y lo recuerdo majo y entretenido, así que no me importa repetir.


Madrugando pero no mucho, dejamos el coche al final de la pista asfaltada que sale desde Aísa y se corta con una valla verde que nos impide continuar.  Empezamos a andar cruzando la valla, por pista ya sin asfaltar y cuando llegamos más o menos cerca del Refugio de Saleras cruzamos el barranco de Igüer.  Comenzamos aquí a remontar la loma dejando a nuestra derecha el barranco Estarrón hasta encontrarnos con un cartel direccional que dejaremos a nuestra espalda para continuar por ladera herbosa y buena senda hasta un abrevadero donde paramos a almorzar.


Desde aquí continuamos por una ladera muy herbosa y muy empinada hasta situarnos bajo el único paso que supera las murallas que defienden este macizo calizo y puñetero que ya lleva rato haciéndonos sudar y esto acaba de empezar.  Continuamos siguiendo la senda muy marcada por pedregal empinadísimo hasta que entramos en mi parte favorita de esta excursión: Mordor, perdón, un laberinto calizo de esos de aúpa que la gente se ha dedicado a señalizar con hitos.  Por suerte, mi memoria no falla y conseguimos seguir los hitos “buenos” y nos cuesta poco salir del atolladero para comprobar que nuestro objetivo no sólo se hace de rogar sino que además se empieza a tapar.



Continuamos siguiendo senda e hitos y llegamos al paso de la garganta de Aspe, una canal con dos tramos de trepada que nos deposita en el collado entre la Llana de la Garganta y nuestro ansiado Aspe.  Desde aquí a nuestra derecha comenzamos el peregrinaje por un empinadísimo Karst, de grieta en grieta y de hito en hito buscando otro paso que, tras un pequeño destrepe, nos sitúa en otro colladito tras el que, en cuatro zancadas (o a lo mejor alguna más) nos acercamos a la cima que nos recibe oscura y lúgubre.




Poco se puede hacer más que mentar a todos los santos, maldecir nuestra mala suerte y comprobar que para colmo se nos han acabado las baterías del gps, más vale que despeje un poco para bajar que no me quiero ni imaginar cómo nos las vamos a apañar en Mordor, perdón, el laberinto calizo.

Empezamos a bajar y en un trasaire paramos a comer rápidamente que hace un frío que pela.  Vamos echando algún vistazo atrás para comprobar que Murphy no descansa y justo cuando ya no hay vuelta atrás, la cima se empieza a despejar.


Estoy tan enfadada que ni me digno a sacar la cámara.  Todas las pocas fotos las voy sacando con el móvil más para entretenerme que para otra cosa pues la bajada, aún con sus destrepes y su laberinto tipo Mordor (ahora sí le he dao), resulta pesada y cansina sin ningún recuerdo paisajístico que excuse el tremendo esfuerzo de ascender este pico tan bonito como caprichoso y exigente.

Total que la vuelta por el mismo camino.  A la furgo y para casa con parada en Jaca para la caña del triunfo que hoy sabe un poco amarga, pero es por la cebada porque la triunfada está servida que aún sin vistas, nos lo hemos ganado.



Excursión bonita y con muy buenas vistas (supongo), eso sí, algo exigente.  

Fecha Real: 05/10/2014
Cartografía: La del GPS mientras duró
Desnivel: 1.140m.
Distancia: más o menos unos 10km.
Tiempo invertido: Seis horas y media (allá que allá)

jueves, 2 de octubre de 2014

Conquistando Guipúzcoa: Monte Adarra (819m.)

“Si hay que ir se va, pero ir pa na es tontería” decía el humorista.  Pues nosotros hacemos caso y ya que visitamos San Sebastián, aprovechamos para ir conquistando sus cumbres más emblemáticas.  Para hoy toca el Monte Adarra que con sus 819m. de altitud (vale, es poco pero por aquí no hay más, que estamos al lado del mar ¡anguciosos!) es el más alto de la comarca y es tradición su ascensión el día de año nuevo cuando, según me cuentan, lo mismo te cruzas con una familia entera como con una cuadrilla de borrachos subiendo esa ladera infernal de la ruta normal.


Desde el restaurante de Besabi, empezamos andando por la pista asfaltada que va ascendiendo hasta un desvío con un cartel que nos indica “Adarramendi “ (mendi = monte, Adarramendi = Monte Adarra ¿has visto que lista?).  Esa sería la ruta normal pero nosotros queremos hacer una circular pasando por alguno de los Crómlech que pueblan la zona, así que seguimos dejando el caserío Montefrío a nuestra izquierda y atravesamos una valla para continuar ahora por pista en dirección oeste (más o menos).  Sólo tenemos que seguir la pista sin coger ningún desvío y pronto nos encontramos en una pradera desde la que ya divisamos el pico que, de momento, iremos rodeando en sentido horario a través de un alucinante bosque de… ¿pero esto qué es? Unas coníferas altísimas que primero me recuerdan a las Secuoyas californianas pero que aquí no pueden darse y entonces la duda se instala en mí y pienso en sabinas pero no creo que las haya tan altas… más tarde consultaríamos la enciclopedia humana J.M.N. que nos sacó de dudas: se trataba de Ciprés de Lawson.


Vamos atravesando pasillos verdes como el de la foto y en una zona donde conviven los cipreses y los pinos encontramos una curva muy cerrada a la derecha que nos saca de la pista principal.  Esta es la nuestra y giramos pues, a la derecha.  Más que pista, esto tiene más pinta de tiradera de troncos hasta que muere en un collado desde el que nos queda totalmente visible y muy cerca el Adarra de nuestros suspiros.


Un empentón ladera arriba y dejamos a nuestra derecha el Crómlech de Tximista , ahora ya por senda, un par de pasitos de poner manos por un curioso caos de roca y llegamos a la cima de 819m. con sus “eusko-paisajes” verdes alrededor.


Nos hacemos unas fotos rápidas y sin pensarlo mucho empezamos a bajar por la ruta normal dando la espalda a la ruta de ascenso.  Primero unos “destrepillos” por entre las rocas y enseguida nos metemos en el tubo herboso que precede o post-cede (depende como se mire) a la cima y ya todo es seguir la senda primero por una empinada ladera y luego por bosque de hayas que pronto se convierten en robles y más abajo ya en manzanos que nos recuerdan la futura visita a las sidrerías de la zona.




Enseguida llegamos al primer cruce de esta mañana y al restaurante Besabi donde hacemos parada y fonda antes de subir al coche y volver a San Sebastián.

AQUI el track




Fecha real: 27/09/2014

Cartografía: Topo-pirineos 6.1 en el GPS.

Desnivel: 530m.

Distancia: No llega a 7km.

Tiempo invertido: No llega a 3h.