lunes, 29 de julio de 2013

Picos Mala Cara (2269m.), Canal Roya (2329m.) y Peña Blanca (2358m.) desde el Valle de Canal Roya

En vez de hacer caso a el mogollón de reseñas que hay para hacer esta travesía desde Portalet, me pongo chulita y elijo un itinerario nada frecuentado y, la verdad, bastante duro para el desnivel que se cubre.  Pero nunca he pisado este valle de Canal Roya y oyes, que me apetece, además teníamos pendiente esta zona con Bonito del Norte.


Salimos desde el Parking de Canal Roya, sólo hay que seguir la pista hasta que un cartel nos indica que ésta se corta por los derrumbes de este año y nos desvía a nuestra derecha para cruzar el río por un puente y seguir la senda balizada con marcas de GR. Pronto un cartel nos indica la PR del mirador de Chiniprés y la dirección que debemos seguir hacia Formigal, es decir, seguimos de frente y llegamos al refugio de Canal Roya desde donde contemplamos ya la cresta objetivo de hoy.



Desde aquí tenemos que buscar un Refugio Pastoril que se sitúa a nuestra izquierda, al otro lado del río. En seguida lo vemos y nos hacemos una idea de por dónde hemos de atacar el Mala Cara, ya vemos las “sencillas pero empinadas laderas herbosas sin mayor dificultad” (según la descripción de la guía que complementa el mapa y esto lo digo con todo el rintintín que me cabe en el cuerpo) pero hemos de seguir unos cuantos metros para ir en busca de un buen cruce para el río. Ya se sabe, este año está complicado de agua y los posibles cruces no son tan posibles, así que Bonito sigue río arriba hasta que cruza brincando de piedra en piedra mientras yo me descalzo y cruzo plácidamente una badina muy poco profunda. Ahora tenemos que dar marcha atrás para alcanzar el refugio donde paramos a almorzar.


Aquí empieza la “marcha”, no hay sendero ni hitos ni ná así que nos toca tirar como buenamente podemos mientras el terreno se empina cada vez más. Poco a poco, haciendo lazadas y cabilando si nos lloverá o no, vamos ganando metros bajo la atenta mirada de una manadeta de sarrios que nos bufan y todo (se ve que no es normal encontrar gente por aquí y los hemos cabreado).

  

Debemos llevar como una hora “sufriendo” cuando divisamos a nuestras espaldas el fondo del valle presidido por el Anayet y el pequeño pero coqueto circo que cierra el valle. Sólo nos queda un empentón (¡y vaya empentón!) para culminar el pico Mala Cara.




Nos ha costado casi cuatro horas desde que hemos empezado a andar llegar aquí, pero el esfuerzo enseguida se ve recompensado con una vista espléndida de su Majestad D. Midi d’Ossau en todo su esplendor. Nos hacemos unas foticos sin entretenernos mucho pues hace un aire insufrible y los nubarrones llevan una marcha de fórmula uno que nos tiene bastante mosqueadillos.   


Ahora queda lo más majo, vamos cresteando primero hasta el Pico de Canal Roya donde un par de Señoras se nos miran como preguntando de dónde hemos salido y finalmente Peña Blanca. Desde aquí lo suyo sería seguir hacia el Aneu pero los nubarrones empiezan a menearse menos y nos da la sensación de que nos va a caer “la del pulpo” de un momento a otro.




Decidimos empezar a bajar desde el collado entre Peña Blanca y Aneu haciendo una diagonal por las faldas de éste último. Primero el terreno se presenta muy empinado pero pronto mejora y nos encontramos llaneando hacia el Col d’Aneu hasta el que llegamos sin mayor dificultad que prestar un poquito de atención. Llegamos a una vaguada en la que, así por casualidad, nos encontramos una marca roji-blanca, aquí es donde tenemos que acometer la bajada hasta el paraje de “A Rinconada” donde conectaremos con la senda “normal” de Canal Roya.


Toda la bajada está más o menos marcada y aunque no parece muy visitada, una difuminada senda con algún hito y alguna señal de GR nos deposita por fin en el fondo del valle donde, tras cruzar el río (esta vez de un brinco, menos mal que somos los dos de pierna larga…), paramos a comer disfrutando del entorno que me tiene enamorada ¡que verde era mi valle!.


Sólo nos queda continuar por la senda (que después de lo andado nos parece casi una autopista) comentando “la jugada” y deseando llegar al coche sin mojarnos, cosa que cada vez se nos antoja más difícil pues la cosa, ahora sí, se está cerrando peligrosamente. Aún me da tiempo de tirarle una última foto al Anayet que desde este lado parece infranqueable.


Casi llegando al Refugio de Canal Roya oímos un primer trueno y nos caen las primeras gotas. Pronto el segundo y el tercer trueno nos anuncian que es hora de sacar los impermeables… ¡justo a tiempo!... nos cae una tormenta veraniega muy soportable: algún “gotarrón” gordo, un poquito de granizo, un poquito de viento y una pizca de llovizna que pasan rápido y nos dejan continuar el poco tramo que nos queda hasta el coche.

Al llegar al coche saco el teléfono para detener el GPS y me doy cuenta de que no he “trackeado” nada, en algún momento le debí dar a la pausa sin querer y así se quedó… ¡¡¡OOOHHHH!!! Una pena porque así sabríamos exactamente la magnitud de la jornada, pero bueno, siempre nos quedan las cuentas de la vieja:

Desnivel aproximado de subida: + ó – 1000 metricos de ná
Distancia recorrida: + ó – 17 kilómetros
Horario: al “Paso Diesel” (lenta pero segura) 8 horicas y cuarto o porai (en total parando a almorzar, a comer, a hacer fotos, a meternos mano…jijiji)

Fecha real de la gesta: 27/07/2013
Cartografía: Editorial Pirineo nº 2, Valle del Aragón


martes, 16 de julio de 2013

Toronzué (2.268 m.) circular desde Linás de Broto

¡Pero que matá! A las 6:15 de la mañana que estoy saliendo de casa con las legañas aún frescas ¡pero que dura la vida de la montañera!. 

Total, que hemos quedado en Biescas J.M.N., Silvia, J.C. y servidora de ustedes para hacer una vuelteta por la France.  Ya desde Monrepós me doy cuenta que va a ser complicado, todo el piri está cubierto y si acaso hay alguna posibilidad, habrá de ser en nuestra vertiente y no en la gabacha, cosa que me confirma J.M.N. cuando me reúno con ellos en un bar de Biescas.  Barajamos opciones y al final elegimos Toronzué, pero haciendo una circular que se conoce J.M. … si ya te digo yo que se me ha acabado lo de las vías normales, esto me pasa por juntarme con quien no debo ¡jejeje!.  En fin.


Llegamos hasta Linás de Broto y no hay un miserable sitio para aparcar, así que nos acercamos hasta donde hemos de terminar la pateada de hoy.  No me pregunten más, he dormido fatal y menos mal que “me llevan” porque ciertamente me entero de poca cosa.

Desde aquí retrocedemos hasta el pueblo y en éste, por alguna calle a nuestra derecha empezamos un camino que se adentra en un bosque.  Se nota que ha llovido hace poco, hay un buen barrizal de esos que te convierten las botas en pesas de medio kilo cada una.  J.M. marca el paso y a mí ¡incauta! se me ocurre seguirlo.  Con la m*rd* de noche que he pasado y sin haber descansado en toda la semana empiezo a sudar como una que suda mucho y ya me noto que no voy a tener el día fino, que no, que hoy no es mi mejor día.

Al salir del bosque ya vemos claramente nuestro objetivo y su sencilla ruta de ascenso ¡menos mal! parece cosa fácil para este cuerpecito mío.


Desde aquí hay que ir remontando laderas herbosas sin camino definido pero que realmente no hace falta.  Hacemos una paradita para almorzar y reponer fuerzas mientras contemplamos las cumbres de Sobrepuerto.





Caminamos todo el rato junto a una valla separadora de ganado.  La pendiente se hace sinceramente pesada, pero la idea del paisaje que pronto vamos a contemplar anima el temple.


Voy haciendo zetas para ir más suave, lo cual me retrasa un pelín pero mis piernas y pulmones lo agradecen.  Aprovecho para fotografiar alguna florecilla de las tantísimas que siguen poblando las laderas este año y finalmente gano la cumbre donde ya me esperan los demás babeando ante la belleza del entorno.



Buenos tragazos de agua y fotografías a mansalva, un descansito y a emprender la bajada por el cresterío dirección a Tendeñera. 



Sube y baja, sube y baja hasta un colladete desde donde nos parece más factible el descenso hacia el barranco de las Fuevas.  Si ya te digo yo que lo mío son las vías normales, con esta c*c* de botas que llevo los tobillos se me hacen de mantequilla y a poco que no tengo cuidado me resbalo que no veas.  En fin, despotricando pero muy bien atendida, llegamos al bucólico valle donde las vacas nos saludan enfadadas pero muy fotogénicas ellas, como siempre.


Desde aquí hay que alcanzar un refugio cuyo nombre no me sé (seguro que J.M. nos lo cuenta luego).  Aquí comemos a la sombra y empezamos el descenso ahora ya por la pista primero y por una preciosa senda después mientras escuchamos a nuestras espaldas la tormenta que descarga justo donde estábamos hace un par de horas.  Afortunadamente no nos pilla y llegamos a los coches mojados sólo por nuestro propio sudor.

Cervecita de rigor en el Albergue “El último bucardo” y como es pronto, otra más en Biescas para recomponerme antes de emprender camino de regreso a Güeskonsin.

Muy agradable excursión, oyes, agradecida estoy.

Fecha real de la triunfada: 13/07/2013
Cartografía: El GPS y la cabezota de J.M.N.
Fotografías: Aquí las mías.  Más en los blogs de l@s compis.

jueves, 11 de julio de 2013

Lapaquiza Linzola (2.116 m.)


Ayer, cenando en el Camping de Zuriza, decidimos optar por el Chamanchoia para hoy pues Bonito del Norte tiene que estar pronto en Güeskonsin y la excursión parece corta.

Por detrás del refugio de Linza sale una senda identificada con un par de hitos que se adentra en el denso y bello bosque, la seguimos sudando otra vez como energúmenos.  La senda asciende “a cuchillo muy afilado” y tras una hora de ascenso agotador y sudoroso nos deposita en el Collado de Zaparreta.  Aquí nos embarga la duda, en principio tendríamos que ir hacia nuestra izquierda hacia el puñetero Chamanchoia de marras pero no lo vemos claro y con mi historial de embarcadas decidimos sacar el mapa a ver si nos aclaramos.  Una vez aclarados, la cresta herbosa que se dirige a Lapaquiza Linzola nos atrae más que meternos otra vez en el bosque, bonito pero monótono.


Hacemos una paradita para recomponer los cuerpos tras el palizón de antes y, mientras nos zampamos alegremente unos cacahuetes contemplamos encantados el Gamueta que subimos ayer.  También aprovechamos para repasar bien el mapa y calcular el tiempo que tenemos, si apuramos un poco nos da tiempo de subir al Lapaquiza por aquí y bajar a buscar el Cuello de Linza para completar ruta circular.  Ale pues, nos ponemos en marcha.


La cosa es muy sencilla, sólo seguir la cresta que además se presenta bastante pisada para enseguida llegar al pie de la pirámide, aquí con bastante precaución pues el terreno está muy descompuesto y tiene pinta de que lo habitual sería pasar justo por donde hoy nos encontramos un nevero.  No hay problema, lo superamos rápidamente y en “cero coma” nos plantamos en la cima.



Desde aquí se contemplan de cerca los reyes de la zona: Mesa de los Tres Reyes, Mallo Acherito, Petrechema…





Las tripetas piden guerra y hacemos como ayer, sentadetes en la cima más majos que ninguno, abrimos el túper de tortilla para comprobar ¡oh cielos! que la pobre ha sufrido los rigores del calor y se ha puesto malita, y como nosotros no queremos ponernos malitos también, nos zampamos todo el fuet que nos queda y para abajo que ya es hora y las nubes empiezan a amenazar.  Sólo hay que rodear una loma herbosa justo debajo nuestro e ir a buscar el sendero que lleva al cuello de linza, la cosa se nos complica un poco por la nieve acumulada pero la evitamos fácilmente hasta dar con “el camino bueno” que seguimos sin problema hasta el Cuello de Linza y de allí al refugio homónimo donde cae la merecida cerveza, de medio para Bonito y con limón para servidora.

Maja excursión nos ha salido ¡si señor! Aunque llegando justetes a Güeskonsin pues de cuatro horas que teníamos pensadas para el Chamanchoia, la cosa se ha convertido en siete para patearnos Lapaquiza de arriba abajo y viceversa … pero da igual, el monte es lo que tiene…


Fecha real de la triunfada: 01/07/2013
Cartografía: la misma que ayer
Fotografías: igual dejo de poner esto ¿no?

martes, 9 de julio de 2013

Chinebral de Gamueta (2.312 m.)

Cuando era más joven todavía, la zona de los Valles Occidentales era mi favorita.  Durante una temporada dediqué casi todos mis esfuerzos a coronar las cimas principales de la zona: Mallo Acherito, Petrechema, Mesa de los Tres Reyes, Anie… Pero aún queda mucho por pisar y aprovechando el inicio de una semanita de vacaciones, nos vamos con Bonito del Norte de “furgoneteo” un par de días a ver si voy tachando pendientes.


Nos despertamos en las inmediaciones de la Fuente de los Clérigos ubicada pocos kilómetros antes del refugio de Linza y, así “tal cual”, desayunamos y empezamos a andar adentrándonos en el bosque de Gamueta para darnos cuenta que no estamos siguiendo la senda que describen las reseñas.  Da igual, seguimos alguna traza (seguramente de bichitos) y así, jabalineo aquí, jabalineo allá entre los chinebros, salimos al llamado “Paso del Onso” donde una señal ya nos indica el camino a seguir.



Dejando a nuestra izquierda el citado Paso, sólo tenemos que seguir la senda  por el bellísimo bosque de hayas donde la humedad nos hace sudar de lo lindo a pesar de lo temprano que es.  La senda sube “a cuchillo” como es habitual por estos bosques y pronto nos deposita en las inmediaciones del “Paso del Caballo”.  Aquí se acaba el bosque y pronto divisamos el minúsculo refugio de la Plana de Diego que dejamos a nuestra derecha para cruzar el Paso ubicado a nuestra izquierda y continuar por el sendero que nos deja ver las inmediaciones de Linza con el Txamantxoia en primer plano y las montañas Navarras con el Ori al fondo.



La pendiente se suaviza mientras vamos llegando a la entrada de “La Plana de Diego” desde donde enseguida giramos a nuestra derecha dando la espalda al Mallo Acherito para salvar una ladera herbosa que nos sitúa en la arista que, primero herbosa, luego más rocosa, poco aérea y entretenida nos lleva hasta la cima del deseado Chinebral de Gamueta.



Desde la cima se nos pierde la vista.  Hace un día estupendo, cálido y claro con una ligera brisa que seca el sudor e invita a quedarse un rato.  Así lo hacemos sentados con el tuper de tortilla y la bota de vino, contemplando el sin fin de cumbres que parecen poderse tocar al estirar el brazo, con el Castillo de Acher (¡ya caerá ya!) en primer plano y el Midi D’Ossau presidiendo el resto…




La bajada por el mismo camino, pero en lugar de por la Plana de Diego, por el Achar del Caballo (en amarillo en el mapa).  Al llegar a la frego, “refrescor” en el río amenizado por los silvidos y pitidos de la peña que parece no haber visto nunca una montañera en bikini.  De aquí a por unas cañitas y cena en Zuriza para celebrar el verano.  Mañana será otro día.

Fecha real de la Triunfada: 30/06/2013
Cartografía: Editorial Pirineo nº1 Valles de Ansó, Hecho y Aragués
Fotos: Con la cámara y el móvil